jueves, 2 de diciembre de 2010

Esto es lo que quiero decir: todavía no aprendí.

Todavía no entendí totalmente que todo es mentira. Aunque lo diga, porque es muy común escuchar de mí que todo es mentira, una gran mentira, que

la vida te endulza, te enreda en algo lindo para después demostrarte que no lo es, y decirte una vez más: caíste.

Iba bastante bien en el trabajo que me lleva día a día tratar de convencerme de que nada es real. Pero siempre hay algo que te roba una sonrisa y te obliga a pensar una vez más “tal vez hay algo bueno”, te obliga como método de anti destrucción de uno mismo, método momentáneo. Esos momentos felices que aparecen de vez en cuando, son muy irreales, son como el ibupirac, lo tomás, te sentís mejor por un rato pero sabés que en el fondo no se te fue lo que tenías, y al rato vuelve a aparecer, ni siquiera es que aparece, siempre estuvo.. el hecho es que se va la dosis, no hay mas calmante, y otra vez el dolor. Creo haber dejado claro por qué es totalmente comparable, esos pequeños momentos felices que tiene la vida son como el calmante, pero uno es consciente de que el dolor está, sedado. Pasa el momento feliz, dura un rato el efecto, y por alguna razón siempre volvés a caer a lo mismo, algo que ves, lees o simplemente algo que recordás, es lo mismo que ponerte un letrero en frente rezando “Caíste una vez más”.

Nada, sólo eso. Decepcionante, está claro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eras puro rocanrol .

Eras puro rocanrol .