Y fue la forma en la que me miró, y cómo me sentí. Y haberme dado algo en qué pensar, alejando por momentos lo que llevo conmigo hace meses, ese amor que tal vez ya no lo sea, porque no quiero que lo sea, sabiendo que cuando lo pienso durante 10 segundos concluyo siempre, siempre con la misma afirmación que hace exactamente dos años, cuando sin pensarlo se había convertido en mi mundo y en todo lo que quería. Y pasó el tiempo, y en ese entonces pensaba “qué haría yo sin él” si cuando me miraba todo parecía estar bien, aún cuando las cosas estaban demasiado mal. Y acá estoy, perdí mi Norte. Y entonces me sentí bien incluso sabiendo que nunca podríamos estar juntos, conociéndolo y pensándome tal vez incapaz de estar con otra persona, de sentir algo por alguien más, sabiéndome fiel a lo que siento por alguien que está ahora tan lejos. Hacía tiempo que no me sentía así, pero pese a todo lo lindo que fue, no lograba hacerme olvidar. Está muy dentro de mí y no sé cómo sacarlo, no se si sea posible. Es verdad que antes no quería, me sentía cerca, pero ya no hay otra forma, y a veces me convenzo de que lo único que quiero es sacarlo para siempre. Pero sería muy injusto. Fue mi vida, fue lo más lindo que me pasó, fui feliz.
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