Me necesito. Tengo que encontrarme. ¿Dónde quedó lo que fui y a dónde va lo que soy y seré? Basta! Basta de esforzarme y lastimarme con el propósito de olvidar, no hay nada que olvidar. ¿Por qué habría de olvidarme de lo que una vez me hizo tan feliz? Hay mucho que recordar, para aprender a crecer, a ser feliz, teniendo en cuenta los errores del pasado, lo que hice y dejé que me hicieran. No me arrepiento de nada, fui feliz a mi manera, hoy estoy bien, y no cambiaría nada de lo que fui ni lo que hice, cada cosa que hacemos en la vida tiene una consecuencia, buena o mala, pero consecuencia al fin. Y si faltara alguna de las cosas que hice o que me pasaron, tal vez hoy no estaría acá. Sonreí, lloré, aprendí, perdoné, y pude hacer feliz a alguien. Duró lo que la felicidad, duró lo que tuvo que durar, aunque no lo suficiente, lo que esperaba. ¿Qué extraño de eso? Me extraño a mi misma, a quién era en ese momento, bien o mal, como sea, me extraño. El que me lastimen a mí, en vez de lastimar.